Wednesday, March 10, 2010

Tengo miedo al sexo





Tras dos meses de no estar persiguiendo uno de mis placeres favoritos, he llegado a concluir que: tengo miedo al sexo.
Luego de mi última relación que me dejó sacudida por una serie de circunstancias que se dieron durante ese lapso de tiempo y otra serie de sentimientos que se venían formando en mi interior, como el deseo de comprometerme en cuerpo y alma con alguien -asunto que dejé de lado completamente durante casi 3 años- más el deseo de resolver otros negocios en mi vida, como cuentas que debía de tiempo atrás, no sólo financieras pero también del corazón, se llegó el tiempo en que todo, como una tormenta que no tenía cómo contenerse, estalló sobre mi cabeza, con la fuerza única de una tempestad que yo misma conjuré y que únicamente yo, tenía las armas para poder detenerla: o mejor, permitirle que se desatara intensa y me dejara limpia y si se quiere fértil, lista para recibir una nueva estación.

Tras la tormenta, vino la inundación.


Durante todo es tiempo, fuí observadora, testigo y sufrí la fuerza de este acto supremo. Abandoné mi temor al compromiso y me dediqué juiciosamente a construir una relación con otro ser humano. Aprendí de mí misma que estaba bien dejarse ir y entregarse, paso a paso, una vez más. Aparté el egoísmo en el que me sumí durante años. Ignoré mis viejas costumbres, como cerrar capítulos sin haberlos siquiera abierto, dejé de lado huir al primer obstáculo. Quise sentir y me dejé.
Empecé a solucionar mis cuentas, a revisar en mi pasado y en mi presente aquellas deudas que necesitaba resolver. De a poco tomé las medidas necesarias para poder avanzar, sin dejar cabos sueltos por allí. Sin embargo al dejar de lado esa parte de mi ser pasado, también quise alejarme de mis viejas andanzas que me hacían siempre volver a compartir mi lecho con seres a los que nunca me dí la tarea de conocer, sólo por mi deseo enceguecedor del placer instantáneo. Del placer que se consume y no deja nada.
Hoy día aprendí que quiero sentir ese placer de nuevo con un ser que adore y que me adore. Con alguien de quien me seduzca su alma más que su apariencia. Con alguien que no se deje engañar por las sensaciones caprichosas del cuerpo tan solo, pero que vea, que más allá, existe un complejo universo que le deleite descubrir y que el sexo, no sea el punto de partida, pero el culmen de la adoración entre dos.
Mi miedo es caer en la trampa del cuerpo, que no puedo negar, o simplemente pensar que por vez primera asumiré mi naturaleza femenina y me dejaré llevar por aquello que critiqué de seres que conozco y que no. Enredarme por mi ineludible condición física de permitir 'entrar'.
Mi miedo es que el sexo me comprometa y no me dé la oportunidad de una historia.
A eso, le tengo miedo.

2 comments:

  1. I have thoroughly enjoyed reading your posts, don't top writing!
    Me da consuelo leer las palabras/los sentimientos de otra persona y sentir que podrían ser las/los mías/míos.
    Soy una joven de 19 anos y siento que, en este punto de mi vida, estoy a gusto preocupándome solo en como conseguir lo que yo quiero y haciendo lo que me de la gana. Sin embargo, he pensado en el futuro y espero algún día encontrar, como usted dice, alguien con quien "el sexo, no sea el punto de partida, pero el culmen de la adoración entre dos." Que lindas palabras.

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    1. Your words, just fuel my desire to keep writing.
      May love be with you always,
      SV

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